Canción a María.
Algo abre las puertas
del recipiente empaquetado
que contiene una insatisfación libiana
postergada en la mansión del alboroto.
La absorción del sol
viene acompañada de gritos animalados
expresando descontento.
La pereza del león, fiera interte que bosteza,
enroscado como un remanso estancado
se resiste al cambio inmanente y trascendente.
Ella es ese algo conocedor de cada uno
de los filamentos de las barbas leoninas.
Ella es danza plateada de blancura.
Blanco.
blanco absoluto
Luto,
Luto ofuscado por nieve brillante,
alas de mariposa que era gusano
y deja la distorsión de insatisfacción libiana
Las fieras bostezan unánimes en el vientre del león
Tejidas con sus propios gemidos de inercia.
! Fuego de león !
! comparsa en el cieno !
! lluvia de perlas !
Mil mujeres que nacen de la misma matriz,
ola cósmica cantando en una coral con reminiscencias presentidas antes
vividas ahora.
Una sola melodía brilla,
cabalgando en su montura leonina,
guiada por la cadencia del sonido.
Mil células divinas se integran
en una única canción.
Sonido,
fuerza,
poder,
Virulencia apuntando al objetivo
ya presente en la plata fundida
de futuro que recuerda al pasado.
Parece el mismo giro en el bucle interminable
pero las coordenadas del inicio
se han ensanchado.
Una vuelta más,
un nuevo florecer,
matriz esférica,
primavera en espiral,
huevo autofecundado con
dos besos que surgen de él.
Mente y materia
dos labios se encuentran
en una misma galaxia,
dos versos se engarzan
en un mismo poema.
dos letras se aman en la palabra AMOR.
nuevos puzzles nacen
pertenecen al amor
Multiples olas de energia
contenidas en la misma ola
AMOR
principio eterno
inmensidad total
ondulación final
Madre Divina
Tu
yo
Uno.
Tashi Deva
sábado, 24 de marzo de 2007
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